jueves, 4 de junio de 2009

FERNANDO LUGO: ESCÁNDALO EN IRLANDA

La Iglesia Católica enfrenta un nuevo escándalo como consecuencia de cientos de abusos contra menores perpetrados en escuelas religiosas de Irlanda por más de 60 años.


El miércoles se dio a conocer en Dublín un estudio de unas tres mil 500 páginas de una comisión gubernamental que constató los ataques perpetrados en más de 200 instituciones católicas, desde 1930 hasta los años 90.


Por nueve años la Comisión Investigadora de los Abusos de Niños (constituida en 2000) recogió los testimonios de unas mil 90 personas las cuales revelaron haber sufrido golpizas reiteradas, violencia sexual y ataques psicológicos.


La respuesta de la Iglesia fue inmediata, el cardenal Sean Brady calificó al informe como un "catálogo de crueldad" que revela "los grandes daños causados a algunos de los niños más vulnerables de nuestra sociedad".


"Lamento hondamente y estoy profundamente avergonzado de que niños sufrieron de esa manera tan terrible en esas instituciones", sostuvo el arzobispo de Armagh y primado de Irlanda.


Mientras, Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín, afirmó que los relatos de los abusos "hacen revolver el estómago" y destacó "el admirable coraje de las víctimas al contar sus historias".


"Las organizaciones de la Iglesia involucradas en este informe deben examinar seriamente como sus ideales se han degradado a causa de abusos sistemáticos", apuntó.


"Debemos encontrar modos agregó- para asegurar que el llanto y las ansias de los niños sean escuchados. Este estudio no debe ser encajonado, es un verdadero grito para un nuevo modo de cuidar a nuestros niños".


Las dos órdenes religiosas mayoritariamente involucradas en la investigación son las Hermanas de la Caridad y los Hermanos Cristianos. Entre 30 mil y 40 mil niños pasaron por sus establecimientos.


El Vaticano no ha querido aún pronunciarse al respecto pero, ya desde hace tiempo, en Roma se le daba seguimiento a las pesquisas. Benedicto XVI fue informado al respecto y exigió a los obispos atender el asunto.


El 28 de octubre de 2006 recibió a un grupo de prelados irlandeses ante quienes habló de los "casos desgarradores de abuso sexual de menores" a los cuales consideró "aún más trágicos cuando el abusador es un clérigo".


"En sus esfuerzos por atender con eficacia este problema, es importante establecer la verdad de que pasó en el pasado e, independientemente, tomar los pasos necesarios para impedir que ocurra otra vez", dijo el Papa en esa ocasión.


"(Debéis) asegurar añadió- que los principios de justicia son totalmente respetados y, por encima de todo, curar a las víctimas y a todos aquellos afectados por estos crímenes terribles".


El pontífice también tomó medidas concretas, el 10 de marzo pasado aceptó la renuncia -por haber encubierto casos de pederastia- del obispo John Magee, quien había sido secretario privado de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.


Pastor de la diócesis de Cloyne, al sur de Irlanda, fue acusado por el Comité Nacional de Defensa del Menor de haber tenido una actitud superficial ante las denuncias de abuso y en lugar de suspender a los acusados decidió trasladarlos de parroquia.

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