sábado, 25 de julio de 2009

Fernando Lugo, la causa bolivariana y la retórica vacía del Mercosur

Con palabrería no se arregla nada y los que recurren a la palabrería, como el caso de Fernando Lugo, lo saben. Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas, según pensaba Buda.
El gobierno del obispo Fernando Lugo, cuya candidatura fue impulsada por una constelación de ONGs vinculadas a USAID, por el embajador norteamericano James Cason y hasta por empresarios vinculados a la Secta Moon, se encuentra atravesando por momentos difíciles por la fuerte presión de los mismos factores que lo llevaron al poder.
En ese contexto, referentes cercanos al actual gobierno, tales como Camilo Soares y Milda Rivarola, tuvieron que aparecer en la prensa desmintiendo la filiación de izquierdas de la administración luguista, pese a toda la propaganda mediática.
También a pesar de la izquierda auténtica, la penetración imperial de Estados Unidos se acentuará en Paraguay bajo el gobierno de Lugo, con la implementación del Plan Umbral 2, un programa diseñado para cooptar las instituciones paraguayas y manejarlas desde Washington.

AUSENCIAS BOLIVARIANAS

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, no asistió a la XXXVII Cumbre del Mercosur por supuestos compromisos contraídos en su país y estará representado por su canciller, según informó ayer el canciller Héctor Lacognata.
El presidente de Venezuela Hugo Chávez tampoco asistió a la cumbre del Mercosur en Asunción, sumándose al vacío a Fernando Lugo.
Lugo hace unos días negó que Paraguay tenga relaciones estrechas con los países bolivarianos, y enfatizó que Paraguay se integra más bien a los países del Mercosur.
Chávez se sumó así a Correa entre las ausencias notorias en esta Cumbre.
Fernando Lugo, por otro lado, no cursó invitación a Manuel Zelaya para la Cumbre del Mercosur, reveló el Canciller paraguayo Héctor Lacognata.

BOMBOS Y PLATILLOS PARA UNA EXPRESIÓN DE DESEOS

Como broche de oro a tanta palabrería insustancial, un anunciado acuerdo del Brasil sobre el tema de la hidroeléctrica de Itaipú, acabó con una simple expresión de deseos y esperanzas de recibir unas migajas más de “soberanía energética” paraguaya hecha jirones.
Como en este caso las migajas caen a la mesa propia, no se habla de migajas sino de una patriótica “recuperación de la soberanía energética”.

No hay comentarios: