lunes, 15 de junio de 2009

FERNANDO LUGO: EL MAYOR ABUSO SEXUAL DE LA HISTORIA

FERNANDO LUGO: EL MAYOR ABUSO SEXUAL DE LA HISTORIA

Casi al mismo tiempo de estallar el escándalo por pederastia de Fernando Lugo, toda la Iglesia católica se sacude por el mayor escándalo de abusos y pedofilia de toda su historia: 35.000 niños fueron abusados sexualmente por sacerdotes y funcionarios eclesiásticos irlandeses.


Los hechos ocurrieron entres los años 50 y 80, aunque se tienen evidencias de otros ocurridos desde principios del siglo XX.


Después de nueve años de pesquisas y más de 2.000 testimonios, una investigación ha dictaminado que la cúpula de la Iglesia católica irlandesa conocía el abuso “endémico” al que eran sometidos los 35.000 niños que fueron acogidos por sus instituciones entre la década del 50 y los años 80.

El actual líder católico, cardenal Sean Brady, ha asegurado este miércoles sentirse “profundamente apenado y avergonzado por el hecho de que estos niños sufrieran de manera tan horrorosa en nuestras instituciones”. El informe “documenta un vergonzoso catálogo de crueldad; el abandono, el abuso físico, sexual y emocional perpetrado contra niños”, reconoce Brady.

El informe, que fue elaborado por la Comisión Investigadora de los Abusos de Niños, se inició en 2000 tras el surgimiento de decenas de denuncias de abusos cometidos por la Iglesia católica irlandesa en el pasado, concluye que funcionarios eclesiásticos alentaron palizas a los niños bajo su amparo y protegieron sistemáticamente a los miembros pedófilos de la iglesia para que no fueran detenidos tras la comisión de los abusos.

El informe, compuesto por cinco tomos, documenta toda clase de abusos físicos y emocionales, además de abusos sexuales y violaciones en muchas de las instituciones católicas, que incluían reformatorios, escuelas industriales y casas de trabajo, básicamente de varones. Las escuelas estaban gestionadas de manera severa, con un régimen de disciplina insensata y abusiva que afectaba por igual a empleados y niños.

Cientos de testigos hablan del terror que vivieron los niños por las continuas palizas que recibían, la falta de alimentación y las violaciones y abusos sexuales a los que fueron sometidos, en muchos casos, por sacerdotes católicos.

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